Es sin duda el asado una reunión que tiene bastante informalidad, donde los invitados se muestran “sueltos”, con desbordante alegría, que hace que es común que se “salpique” con el atrevimiento de contar chistes.
Si bien todos deben participar con los que recuerdan para el momento, debe el asador también poner su “granito de arena” y prepararse para la ocasión, haciendo un esfuerzo de memoria y seleccionándolos, para participar en la “ronda de chistes”.
Vaya entonces uno de ellos para tenerlo como posible:
Se trata de trabajadores de la construcción …. Aquellos que nos sorprenden con esas carnes asadas en sus comidas del medio día en la obra … muchas veces en la calle … y a quienes cuando pasamos por ese lugar los envidiamos …
Pues precisamente uno de ellos estaba haciendo el asado.
En un descuido, al estar este asador de espaldas hablando con un compañero cayo grasa sobre las brazas y fue tan grande el fuego, que las llamas lo tomo de atrás y al pobre hombre se le prendió fuego parte del pantalón y la camisa ….
Uno de los compañeros ….. al ver que se le prendía rápidamente toda la ropa, se saco la chaqueta … y empezó a pegarle en la espada con la chaqueta para apagarlo ….
Pero fueron aparentemente tan fuertes como le golpeaba con la chaqueta .. que el pobre asador empezó a los gritos
¡¡déjenme que me queme ..!!
¡¡ dejenme que me queme …!!.
¿Pero que te pasa? le contesto el compañero …
Te estas quemando, …¡¡¡ estoy tratando de salvarte apagando el fuego!!!!!
Si.. si …ya se …. pero déjame que me queme o ……..
saca el martillo de la chaqueta!!!!!!!!!!!!!!!!!