Esta frase expresa que el asado está muy sabroso.
Es sin duda alguna un “piropo” argentino al asado.
¿Pero cual habrá sido su origen?
No hay duda, que su origen lo encontramos en el Gaucho.
para algunos el relato es que …..
¿Cuál era la única “vajilla” (utensilios para la mesa) que llevaban los gauchos en sus andanzas o cuando atravesaba la Pampa? :
el facón.
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Entonces siendo su comida habitual en esas circunstancias “el asado” con que cortaba la carne?
“… con su facón cortaba el trozo de carne, lo sostenía con la mano y con el facón, practicaba un corte de ese trozo y con la mano lo llevaba a su boca ….. y sus dedos jugosos con la sangre y/o grasa de la carne asada, “chocaban” con sus labios …”
Para otros ….
“ ….los gauchos, colocaban el costillar vacuno entero, recién faenado, en un asador y, apenas cocido,….
… tomaban el extremo de una costilla, la cortaban entera con el facón, de modo horizontal ……..
…. y sin otros utensilios que las manos se llevaban la carne a la boca.”
De una u otra manera, la expresión “esta para chuparse los dedos” resuena y remite al placer de degustar una rica parrillada.
Y siendo así, ya sea un mito o historia …..
…. no nos privemos como asador de servir la costilla, ……
….. y como comensal, llevarla a la boca con los dedos de la mano.
Pese a los tímidos intentos de introducir la costumbre del uso del tenedor desde principios del siglo XI en Europa, no se generaliza hasta ya entrados en el siglo XVIII o principios del XIX, las razones de esta tardanza son achacables a múltiples causas, desde las puramente religiosas hasta sociales e incluso políticas.
Europa, y por añadidura toda la civilización occidental, ingería los alimentos sólidos utilizando una herramienta simple pero efectiva, sus dedos.
No interpretemos este acto como bárbaro como intentan mostrarnos en las películas sajonas.
El Europeo tenía sus reglas o etiquetas a la hora de sentarse a la mesa, era de educación tomar los alimentos con las puntas de los dedos, sin llenar las manos o la cara según Ovidio.
Por otra parte los alimentos, en especial la carne, ya venía a la mesa cortados en pequeñas porciones y hasta el cuchillo era innecesario.
Por lo menos las clases elevadas exigían pulcritud y elegancia a la hora de comer, era imperdonable, por ejemplo, chuparse los dedos y era norma limpiarse las manos en los aguamaniles después de cada plato o como mínimo al finalizar la comida.
Un primer código de buenas maneras para los comensales se le deben al rey Enrique III de Francia y es digno de citar un fragmento de tratado editado en 1545 por Jean Sulpice y titulado Libellus moribus in mesa servandis:
“Toma la carne con los tres dedos y no la lleves a la boca en grandes pedazos. No tengas demasiado tiempo las manos en el plato”.
Estimado lector, no nos dejemos influenciar por la historia del “tenedor” … reiteramos ….
…. no nos privemos como asador de servir la costilla, ……
….. y como comensal llevarla a la boca con los dedos de la mano
…… seguro que nos lo agradecerá.
Veamos esta imagen rescatada de sitio de internet …
http://enfoquescotidianos.blogspot.com.ar/2007/01/cenando-en-familia.html.
espectacular!!!!