El colmo es que
nos enseñen a comer asado
- Clarín
- 7 Jan 2019
- Juan Tejedor jtejedor@clarin.com
Una vez fuimos un país en el que la gente comía el asado como le gustaba y nadie le decía nada.
Las tiras llegaban de la parrilla a la mesa brillosas y con décadas de historia argentina en un marrón jugoso y tornasolado.
Después vinieron la TV por cable, los programas de recetas, los concursos de cocineros. Cambiamos la mesada por la academia. Conocimos los nombres de los chefs como antes sabíamos los de los restaurantes.
Y empezaron a retarnos, a decirnos que los argentinos cocinamos de más el asado, que “el punto justo es éste” (una rebanada roja en el centro como la bandera de Japón), que el sabor, la textura y qué sé yo qué.
Según parece, así se come en Europa.
O en Estados Unidos, donde te hacen una barbacoa en ocho minutos.
Me dicen que tendría que comer la carne de esa manera.
A mí me gusta de la otra pero se ve que estoy equivocado.
Sobre gustos hay mucho escrito.
No sé de chefs que hayan ido a París a decir
“ustedes preparan mal la carne, hay que hacerla despacito para que salga marrón”.
Pero bueno, ellos son el primer mundo y nosotros el pelotón.
Por suerte, en el universo paralelo que son las cosas que no pasan en la tele, el asado color asado sigue primando.
Cada uno puede tener su receta, meter brasa alrededor o abajo, sal gruesa o fina, tira ancha o angosta, que se queme el hueso, darlo vuelta antes, pinchar los chorizos, enrular los chinchulines.
Lo importante es que la carne salga a punto.
No hay que aflojar con eso porque si no después van a empezar con que le ponemos demasiada muzzarella a la pizza o les faltan pasas de uva a las empanadas, yo sé cómo son.
asadoesargentino
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se suma a la propuesta de
“no aflojar”!!!