pastas…dulce de leche….descubre por qué los argentinos saben vivir mejor
El asado, las pastas y el dulce de leche conquistaron los estómagos más exigentes en el país del norte, donde ya acaparan espacio en las góndolas y los medios.
Era sólo cuestión de tiempo para que el mundo entero cayera en la cuenta de los beneficios de alimentarse a base de carne, papa, pan y dulce de leche. Bueno, en realidad no, pero un artículo de uno de los sitios más importantes de los Estados Unidos remarcó 14 ítems invaluables de la dieta de estas pampas.
“El bife de res es una religión y lo tratan con respeto”, se puede leer en el artículo del sitio The Huffington Post, donde la autora, Julie R. Thomson, explica que la carne de vaca es la base de la alimentación argentina (aún cuando los precios actuales le hayan hecho perder territorio en las cocinas locales).
Las bondades de criar las vacas en espacios abiertos y extensos (algo cada vez menos extendido) en vez de engordarlas en feedlots son sólo el comienzo de la enumeración pro alimentación argentina, que no deja afuera el hecho de que la numerosa inmigración italiana hizo que la pasta también sea una especialidad de la casa.
“La pasta tiene sabor a estar hecha por una abuela italiana, probablemente porque así es”, convino Thomson, para quien el submarino es una de las delicatessen más envidiables de la cocina local, y las milanesas son la manera de demostrar el cariño por los comensales.
El amor por la cocina argentina llevó a la autora a comparar las medialunas (o “medialunes”) con los tradicionales croissants franceses, que son más grandes y no tan dulces. “Como son más chiquitas que el común de las facturas para el desayuno, se puede comer más de una”, agregó. Amén.
“Los argentinos saben que el té sabe mejor compartido entre amigos”, señaló la autora antes de presentarle a sus lectores la foto de un mate. Hecha la aclaración sobre la diferencia entre ambas infusiones, el siguiente punto en la lista es el rey de los postres: el dulce de leche.
“Respetaremos por siempre a la Argentina por darse cuenta de cuán bueno es el dulce de leche. Lo ponen en -y adentro- de todo. Si alguna vez vas a este gran país, tenés garantizado que vas a comerte al menos un kilo (y que tu vida no será lo mismo después de eso)”, escribió Thomson.
Todavía embelesada con el asado, la autora cayó en la cuenta de que el choripán es un “aperitivo” en un asado y no el plato principal, y que la mayoría de los argentinos consideran que un jardín está completo sólo si incluye una parrilla de buena calidad y tamaño para usar especialmente los domingos.
Todo indica que la autora del artículo comió muy bien durante su visita a la Argentina, porque quedó feliz con “el alfajore” (sic.), que consideró “más grande que Evita” en popularidad. Y sí, la muchacha en cuestión también descubrió la relación secreta entre el Fernet y la gaseosa.